sábado, 2 de julio de 2011

MUJERES EN MOVIMIENTO

La publicación del libro Dinámica de una Ciudad, Buenos Aires, 1810-2010 pone claramente de manifiesto la notable evolución de las mujeres en educación e independencia económica, lograda a través del siglo XX y que prosigue en el XXI, siempre por delante de las leyes escritas y también de la imagen que suelen reflejar los medios, particularmente la televisión y la publicidad, en franco retroceso.

Las mujeres fueron la avanzada, la vanguardia: esa es una de las conclusiones si observamos los importantes cambios sociodemográficos y económicos experimentados por la población de Buenos Aires durante la segunda mitad del siglo XX”, afirma Alfredo E. Lattes, coordinador del libro Dinámica de una Ciudad, Buenos Aires 1810-2010, nueva entrega de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, organizada en 14 capítulos donde participan numerosos especialistas en diversas disciplinas, abordando temáticas ambientales, sociodemográficas, políticas y culturales. Alfredo E. Lattes es M.A. en Demografía (Universidad de Pennsylvania), investigador emérito del Centro de Estudio de Población (Cenep) y asesor de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad.

“Históricamente, las mujeres que habitan Buenos Aires han sido las precursoras de la práctica del control de la fecundidad observado en el país”, prosigue Lattes. “También hay que destacar el creciente nivel de inclusión escolar: las mujeres van mejorando su logro educativo más rápidamente que los varones. A lo largo del período 1950-2000, la población económicamente activa de la ciudad creció muy poco. Y ese bajo crecimiento esconde la gran disparidad de participación de cada sexo: mientras que la de las mujeres experimentó un significativo ritmo de avance, la masculina decreció notoriamente. Esta feminización en alza de la participación económica es el resultado combinado de la feminización de la población total y del continuo crecimiento de las tasas de actividad de las mujeres. En décadas recientes, la mayoría de las mujeres continúa manteniendo su rol de principal responsable de los hijos y el funcionamiento cotidiano del hogar.”

Imagenes rezagadas
Licenciada en Artes (UBA), magister en Sociología de la Cultura (Unsam), profesora adjunta de Historia de la Comunicación Visual en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA) –entre otros títulos–, Sandra Szir es responsable del capítulo Figuraciones Urbanas, Caras y Caretas, 1900. Entrevistada por Las12, Szir señala que “las imágenes son en general construcciones ideológicas, nunca se pueden ver como un espejo, como un reflejo exacto de una realidad determinada, que suele ser mucho más compleja. Las imágenes por sí mismas tienen una densa textura de significados, de sentidos, que tienen que ver con determinados estilos, con convenciones representativas, con modos de mostrar. Lo cual hace que existan una serie de mediaciones a veces muy difíciles de interpretar. De decir, por ejemplo: esta imagen está reflejando la mirada masculina o la manera de comportarse de la mujer en tal época...”

El enfoque en las artes visuales, en el periodismo era mayoritariamente masculino en el siglo XIX, hasta bien entrada la segunda mitad del XX. Y en parte, lo sigue siendo.
–Seguro, a lo largo de la historia del arte, más que la mirada masculina, las imágenes representan las relaciones de poder entre los géneros, la mentalidad de cada época. Es importante remarcar que la imagen nunca puede analizarse aislada o sola, hay que relacionarla con un contexto discursivo institucional. Si la imagen está en determinando soporte, esto tiene que ver con la articulación, con el texto que la rodea, es decir, un discurso que le está queriendo decir algo a la imagen. Si hablamos de periodismo, la misma imagen publicada en un medio, no tiene igual sentido que si se la publica en otro. Dentro de cada contexto discursivo dice cosas diferentes.

Al observar las representaciones de la mujer a lo largo de dos siglos, ¿qué aspectos destacables se te fueron revelando?
–Te reitero que siempre hay sentidos plurales. Quizá se puede ver una especie de evolución, advertir que la mujer empieza a tomar más intervención. Es decir, en cierto momento, ya no se trata sólo de la mirada masculina, sino que aparece el deseo de autorrepresentación. Desde este punto de vista, sí se pueden ver cambios, valores que se van modificando. Sin embargo, si mirás imágenes de la mujer en la publicidad actual, podés notar sentidos contradictorios: en muchos casos aparece la mujer como objeto.

¿Sólo capacitada para elegir champúes o yogures laxantes, casi siempre pendiente de su aspecto físico?
–Tal cual, aparece mucho esa imagen y también la de la mujer madre, ama de casa contentísima con la limpieza del hogar. Una imagen decididamente conservadora. La edad es un tema tabú en la publicidad: todas son jóvenes, bonitas y delgadas. La paradoja es que la ciudad envejece y hay muchas mujeres mayores, en edades que son activas, productivas en la actualidad...

¿Nunca una mujer sube las escaleras de alguna facultad en un aviso, a pesar de que es tan alto el número de estudiantes universitarias?
Para nada, en cambio tenemos muchas amas de casa felices de que todo brille en sus casas... En los ’70, en los ’80 creo que se vieron imágenes más modernas, más actualizadas. En periodismo, por ejemplo, estaba la revista Claudia que hablaba de mujeres profesionales, artistas. Y ni hablar de lo que sucede con la representación de la mujer en la televisión actual. Ha habido un retroceso y lamentablemente hay una connivencia de ciertas mujeres, como las chicas Tinelli: personajes que no se sabe bien qué hacen, a quién representan, qué aporte social o cultural significan para la TV que se la pasa hablando de ellas, habiendo tantas mujeres haciendo cosas importantes, interesantes en las ciencias y en las artes.

Para no mencionar a las que están sufriendo violencia o discriminación.

Seguir leyendo en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-6595-2011-07-02.html

Por Moira Soto

3 comentarios:

  1. Todo el artículo está muy interesante. Es largo, pero ¡vale la pena!

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  2. Por supuesto que vale la pena, una mirada aguda y responsable en sus letras, siempre valen la pena.

    Besos.

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