martes, 18 de mayo de 2010

He construido un jardín...











("El jardín en otoño"
de Vincent Van Gogh)



He construido un jardín como quien hace
los gestos correctos en el lugar errado.
Errado, no de error, sino de lugar otro,
como hablar con el reflejo del espejo
y no con quien se mira en él.
He construido un jardín para dialogar
alli, codo a codo en la belleza, con la siempre
muda pero activa muerte trabajando el corazón.
Deja el equipaje repetía, ahora que tu cuerpo
atisba las dos orillas, no hay nada, más
que los gestos precisos -dejarse ir- para cuidarlo
y ser, el jardín.
Atesora lo que pierdes, decía, esta muerte
hablando en perfecto y distanciado castellano.
Lo que pierdes, mientras tienes, es la sola compañia
que te allega, a la orilla lejana de la muerte.
Ahora la lengua puede desatarse para hablar.
Ella que nunca pudo el escalpelo del horror
provista de herramientas para hacer, maravilloso
de ominoso. Solo digerible al ojo el terror
se la belleza lo sostiene. Mira el agujero
ciego: los gestos precisos y amorosos sin reflejo
en el espejo frente al cual, la operatoria carece
de sentido.

Tener un jardín, es dejarse tener por él y su
eterno movimiento de partida. Flores, semillas y
plantas mueren para siempre o se renuevan. Hay
poda y hay momentos, en el ocaso dulce de una
tarde de verano, para verlo excediéndose de sí,
mientras la sombra de su caída anuncia
en el macizo fulgor de marzo, o en el dormir
sin sueño del sujeto cuando muere, mientras
la especie que lo contiene no cesa de forjarse.
El jardín exige, a su jardinera verlo morir.
Demanda su mano que recorte y modifique
la tierra desnuda, dada vuelta en los canteros
bajo la noche helada. El jardín mata
y pide ser muerto para ser jardín. Pero hacer
gestos correctos en el lugar errado,
disuelve la ecuación, descubre páramo.
Amor reclamado en diferencia como
cielo azul oscuro contra la pena. Gota
regia de la tormenta en cuyo abrazo llegas
a la orilla más lejana. I wish you
were here amor, pero sos, jardinera y no
jardín. Desenterraste mi corazón de tu cantero.

Diana Bellessi




El 23 de abril, fecha en la que se recuerda el Día Internacional del Libro, la poeta argentina Diana Bellessi fue reconocida Ciudadana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en un acto organizado por la diputada Diana Maffía.

Diana Bellessi nació en 1946 en Zavalla, provincia de Santa Fe. Luego de recorrer nuestra América, en Ecuador publica su primer libro de poemas “Destino y Propagaciones”, al que le siguen “Crucero ecuatorial”(1981), “Tributo al mudo” (1982), “Paloma de Contrabando” y “Eroica” (1988), entre otros.
Su obra, reconocida nacional e internacionalmente, la llevó a recibir el premio a la Trayectoria en las Artes de la Fundación Antorchas y el Diploma al Mérito en Letras por el quinquenio 1999-2003 de la Fundación Konex.



Fuentes:

http://www.vendavalsur.com.ar/d_bellessi/

http://www.agendadelasmujeres.org/


4 comentarios:

  1. Interesante.

    Una mujer más para mi colección de mujeres por leer.

    Un abrazo!

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  2. ¡Olé por ella y por nosotras!

    Muchos besos, encanto :)

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  3. Muy completo e interesante!

    Por fin volviste!

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  4. Gracias gente!
    Sii, es muy interesante esta poeta… Se las recomiendo!

    Besos

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