lunes, 22 de febrero de 2010

“Si tú me olvidas”

““Si tú me olvidas” es el título de una hermosa poesía de Pablo Neruda (…)


QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.



“Si poco a poco dejas de quererme, dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas, no me busques, que ya te habré olvidado”
, dice Neruda en su bella poesía, haciendo del amor, a mi entender, una experiencia de libertad que ni siquiera en los dolorosos momentos del desencuentro logra encarcelarlo en la melancolía del amor perdido. Como si hubiera querido dejar muy en claro que el amor no se pierde cuando el otro se va, porque el amor está dentro de cada uno y, en todo caso, lo que se termina es una experiencia de amor compartido pero no la capacidad para amar. A mi entender, Neruda fue sabio, pero además de sabio era varón. Es decir, pertenecía a esa mitad de la humanidad a la que desde siempre le fue posible instalarse como eje de su propia vida sintiendo que las capacidades humanas estaban dentro suyo y las llevaba consigo como llevaba a su propia sombra. El poema de Neruda no sólo me envolvió con su encanto poético sino que también abrió un panorama en mi entendimiento. Lo que en ella plantea –como actitud vital frente a la vida y al amor- comenzó impactándome y concluyó por correr un velo ante mis ojos. No pude dejar de preguntarme si a las mujeres también les era posible desenraizar de un corazón para buscar otro corazón receptivo donde echar raíces cuando eran olvidadas, con tanta naturalidad como describe Neruda.
(…)
Al igual que las pacientes heroínas de los cuentos infantiles, algunas mujeres que siguen esperando –tendidas en las redes del ensueño- que el amor vaya hacia ellas corporizado en un varón que las despierte y les dé sentido a su vida. Transformado en el príncipe de sus ensueños, dicho varón queda convertido en depositario exclusivo del amor femenino y como tal, responsable de tan caro sentimiento. Si llega a suceder que las encrucijadas de la vida conducen a un desencuentro amoroso, la pérdida del depositario suele ser vivida como la pérdida del amor. Varón y amor se superponen y pasan a estar identificados como si fueran una sola cosa, de la misma manera que en aquellos cuentos el despertar venía de la mano del príncipe. No son pocas las mujeres de cualquier edad que suelen vivir los desencuentros amorosos como una tragedia, en lugar de vivirlos solamente como lo que son: una frustración dolorosa.”




Clara Coria es psicóloga clínica, escritora y especialista en estudios de género. Se desempeña como terapeuta, docente de posgrado en universidades nacionales y extranjeras, y como coordinadora de grupos de reflexión. Miembro de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo, ha sido cofundadora del Centro de Estudios de la Mujer de Buenos Aires y consultora de la Subsecretaría de la Mujer de la Nación.







(Pablo Neruda, Los versos del capitán, Losada, 1961, 15 edición.)

Fragmento del libro “El amor no es como nos contaron… ni como lo inventamos”, de Clara Coria, Capítulo 6: “Si no me ama, me muero”, Paidós, 2008.

10 comentarios:

  1. El libro está muy bueno, se los aconsejo.

    Gracias Belén por tu recomendación!!!

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  2. Ya me anoté el título del libro porque lo que he leído hasta acá me interesó mucho.

    Y ese poema, bueno, sólo decir que me lo sabía de memoria y me lo recitaba como una especie de autoconvencimiento:¡Cuidado, yo también puedo olvidar!

    Un abrazo!

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  3. Muy buena reflexion. El olvido y el amor no deben tomarse a la ligera

    beso con recuerdo
    Druida.

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  4. Discrepo en la idea de la libertad. El amor es libre sin importar el género de la persona.

    Aunque lo que me llamó la atención del poema de Neruda es esa parte que dice:
    "Si de pronto
    me olvidas
    no me busques,
    que ya te habré olvidado."

    ¿Y si yo necesitara que me olvidaran primero? Porque esto de dar el primer paso en todo ya me tiene cansada, jajaja.

    Muchos besos.

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  5. eMiLiA: si, también las mujeres olvidamos, no sólo los hombres. La autora se sorprende que son más las mujeres que lo sienten como una tragedia al separarse y no así los hombres; pero eso no quita que también algunos de ellos lo sufran así. Al decir que Neruda en su poema “pertenece a esa mitad de la humanidad….”, significa que en esa mitad incluye tantos a mujeres como hombres, que al romper con la pareja no pierden la capacidad de amar, no pierden el propio eje y no se desviven en ese hombre-mujer que se fue. Sólo hace hincapié en que son más las mujeres que lo toman de esa manera; especialmente, aquellas que su proyecto de vida es el proyecto de él, o por ejemplo cuando él se va a jugar al fútbol, o se junta con amigos y ellas no saben qué hacer y se aburren. En ese “qué hacer” es cuando tambalea su propio eje. La autora no generaliza a las mujeres, para nada.
    Otro abrazo!

    Druida: Coincido con Usted, no hay que tomarlo ni a la ligera y ni como si fuera una tragedia; los extremos son malos.
    Beso equilibrado!

    Espérame en Siberia: jejeje tiene razón, no tiene por qué dar siempre el primer paso…
    La idea de libertad no importa el género. Ella se basó en ese poema para explicar el por qué son más las mujeres que les cuesta aceptar una ruptura en comparación a ellos.
    Para responderte te cito otra cosa interesante que dice la autora: “una mujer que deja de ser amada queda en situación de ‘quiebra’ a causa de un vaciamiento afectivo producido por quien ‘le robó el corazón’… no resulta difícil comprobar que para muchas mujeres adquiere un significado trágico por el cual se sienten morir o fantasean con quitarse la vida, cosa q no es frecuente en los varones, para quienes la misma frustración es sólo un problema que llega a herir su orgullo pero no su vida.” No generaliza en todas las mujeres, sino muchas de ellas dice.
    Yo me identifico mucho con el poema de Neruda y no soy hombre, por ejemplo. Jejeje

    Beso enorme

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  6. Tiene usted la boca repleta de razón. No presté atención y me le fui a la yugular pensando que había generalizado, jajaja. Una disculpa.
    Pero es que estos temas siempre me dejan pensando que son universales, y que no tiene mucho que ver con el género que uno actúe de cierta manera o no. Pero me dejo llevar por esa idea y de ahí no me sacan.


    Un abrazo inmenso. Y gracias por tu tiempo :)

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  7. Fantástico poema. De más joven me aprendí algunos poemas suyos de memoria, y aún los recuerdo. gran post.
    Besos

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  8. A mí tampoco me gusta la gente tan negativa, pero hay algo en la gente que vive siendo exageradamente optimista que no me termina de gustar.
    Me molesta que no entiendan el dolor ajeno, y te salgan con frase hechas como "La vida sigue", o "Las cosas pasan por algo"; me parece una absoluta falta de respeto que menosprecien el hecho de que una la esté pasando fatal y el dolor que llevas dentro como si fuera una exageración de tu parte.

    Así que el balance es lo justo y necesario. Ni vale tanto la pena vivir amargado, así como no vale la pena vivir excluyendo el dolor.


    Muchos besos.

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  9. Excelente libro, gracias por compartir tu buen texto, un placer pasar por tu casa.
    feliz semana.
    un abrazo.

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  10. Estonetes, RMC: Muchas gracias!
    Que bueno que les haya gustado.

    Un abrazo para los dos.

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