martes, 30 de marzo de 2010

Cómo confluyen en Picasso el arte y el amor por las mujeres













(
DORA MAAR, una pasión. Fue la modelo de 'Mujer con pandereta'. )


Tristeza, pasión, alegría, y hasta odio, se ven en los rostros de las mujeres que retrataba.


La pasión por las mujeres desbordaba a Picasso en lo personal. Pero también en lo artístico. A sus amantes y esposas las convirtió en sus modelos y, a su vez, en el termómetro de su estado de ánimo. A veces, más que pintarlas a ellas, parece trazar una descripción de sus propias sensaciones.

La tristeza de Olga -su primera esposa- es la suya, la que deja la pérdida de la pasión y hace crecer el odio.

La alegría de Jacqueline -la segunda cónyuge, que lo acompañó hasta el final de sus días- la experimenta él, ya septuagenario, al certificar que aún le queda tiempo para amar.

"Más que mostrar al personaje retratado, estas obras nos dicen cómo se sentía Picasso cuando las creaba. Son más bien autobiográficas". Esto afirma Deborah Wye, comisaria de la exposición Picasso, temas y variaciones, que abrió ayer en el MoMA de Nueva York y que incluye un centenar de sus obras gráficas (como los grabados).

De hecho, el joven Picasso se compró una máquina de impresión. Confirió a este arte una personalidad independiente, sin ataduras, con la invención de personajes para este medio. Él lo llamaba "escritura de ficción". Durante siete meses de 1968, y con 86 años, realizó la serie Suite 347, número que refleja el contenido total de piezas. Son una especie de memorias, de balance vital, indica Wye.

La comisaria comenta que su institución dispone de un millar de obras gráficas del creador español. Y que, desde los años noventa, querían hacer algo con ellas de forma conjunta. La ocasión ha llegado ahora.

La galería Marlborough tiene en marcha otra muestra de grabados y el Metropolitan Museum (Met) se dispone a inaugurar el 27 de abril otra gran exhibición sobre el pintor. Wye sonríe. "Sí, parece que hay una fiebre".

Grabados, litografías o trabajos en punta seca o aguatinta integran el conjunto que cuelga ahora en las paredes del MoMA. Ahí se recogen los diferentes temas y estilos desarrollados por el artista: los toros, la mitología, los animales, el circo y sus saltimbanquis y, sobre todo, sus señoras.

"Es el reflejo de su vida personal y, en particular, de sus relaciones con mujeres", indica la nota de prensa. Están Olga -Wye señala el cuadro con cuello de pieles como "quizás el retrato más bello"-; Jacqueline -en diversas versiones-; Marie-Thérèse Walter -"su rostro adquiere una presencia misteriosa"-; Dora Maar -posó para el "monumental" Mujer llorando de 1937-; Madeleine -la amante de la que se desconoce su apellido-; Françoise Gilot -la aspirante a pintora que convivió con él tras la guerra-, y Fernande Olivier (Amèlie Lang), conocida por ser su primera pareja.

Deborah Wye insiste en el citado retrato de Olga Koklova, la bailarina rusa que perdió la cabeza por el artista. "Si se mira con distancia -subraya- es una imagen de felicidad. Al acercarte se comprueba lo contrario. Es una obra triste, muy inquietante, ella explica con su mirada que algo sucede".

Como un dato cuentan que, a la vista de la desnuda Marie-Thérèse, Picasso le recordó a su amigo Luis Buñuel lo que en su día dijo Renoir (1841-1919). Cuando a éste le preguntaron de dónde nacía la pintura, si del corazón o de la cabeza, respondió: "De las pelotas".

Por: Francesc Peirón


Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/03/29/_-02169623.htm

miércoles, 24 de marzo de 2010

La historia de Abuelas de Plaza de Mayo

"El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas usurparon el gobierno constitucional en la República Argentina por medio de un golpe de estado. Desde ese momento, el régimen militar, que se autodenominó "Proceso de Reorganización Nacional", llevó adelante una política de terror. La "desaparición", forma predominante a través de la cual ejerció la represión política, afectó a 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales que fueron sometidas a la privación de su libertad y a la tortura, y entre ellas a centenares de criaturas secuestradas con sus padres o nacidas en los centros clandestinos de detención a donde fueron conducidas las jóvenes embarazadas.

La cantidad de secuestros de niños y de jóvenes embarazadas, el funcionamiento de maternidades clandestinas (Campo de Mayo, Escuela de Mecánica de la Armada, Pozo de Banfield, etc.), la existencia de listas de familias de militares en "espera" de un nacimiento en esos centros clandestinos y las declaraciones de los mismos militares demuestran la existencia de un plan preconcebido no sólo de secuestro de adultos sino también un plan sistemático de apropiación de niños.

Los niños robados como "botín de guerra" fueron inscriptos como hijos propios por los miembros de las fuerzas de represión, dejados en cualquier lugar, vendidos o abandonados en institutos como seres sin nombre N.N. De esa manera los hicieron desaparecer al anular su identidad, privándolos de vivir con su legítima familia, de todos sus derechos y de su libertad.

La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo somos una organización no-gubernamental que tiene como finalidad localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños secuestrados desaparecidos por la represión política, y crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños, exigiendo castigo a todos los responsables.

Nada ni nadie nos detuvo para buscar a los hijos de nuestros hijos. Tareas detectivescas se alternaban con diarias visitas a los Juzgados de Menores, Orfelinatos, Casa Cunas, a la vez que investigábamos las adopciones de la época. También recibíamos -y seguimos recibiendo- las denuncias que el pueblo argentino nos hace llegar, como una manera de colaborar en la tarea de ubicación de los pequeños. Este es el resultado de nuestra tarea de concientización de la comunidad.

Con el fin de localizar los niños desaparecidos Abuelas de Plaza de Mayo trabajamos en cuatro niveles: denuncias y reclamos ante las autoridades gubernamentales, nacionales e internacionales, presentaciones ante la Justicia, solicitudes de colaboración dirigida al pueblo en general y pesquisas o investigaciones personales. En años de dramática búsqueda sin pausas logramos localizar a 95 niños desaparecidos.

Para su trabajo la Asociación cuenta con equipos técnicos integrados por profesionales en los aspectos jurídico, médico, psicológico y genético.

Cada uno de los niños tiene una causa abierta en la Justicia a la que se agregan las denuncias que se van recibiendo con el correr del tiempo y que conforman elementos probatorios que determinan su verdadera identidad y la de los responsables de su secuestro o tenencia ilícita.

Para asegurar en lo sucesivo la validez de los análisis de sangre hemos implementado un Banco de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, donde figuran los mapas genéticos de todas las familias que tienen niños desaparecidos.

Trabajamos por nuestros nietos -hoy hombres y mujeres-, por nuestros bisnietos -que también ven violado su derecho a la identidad-, y por todos los niños de las futuras generaciones, para preservar sus raíces y su historia, pilares fundamentales de toda identidad."



Fuente: http://www.abuelas.org.ar





domingo, 14 de marzo de 2010

Sara no puede esperar










[Ella es protagonista de una cruda realidad…
Está nota te deja sin palabras y con una impotencia que te inunda el a
lma...]



"Una mujer en Misiones acosada y golpeada brutalmente por su vecino, que además es comisario, se encuentra en un callejón sin salida luego de haberlo denunciado.

¿Cómo se vuelve a la vida luego de una terrible paliza? ¿Cómo superar esas cicatrices que no sólo duelen en los días de humedad? ¿Cómo no temblar al salir a la vereda de su casa, si el agresor es su vecino? Ni siquiera el llanto de un niño –de apenas nueve años– detuvo la agresión de este ex comisario Hugo Ariel Benítez.

Sara Báez vive en Posadas, Misiones, su hogar está ubicado en el barrio Santa Rita, a pasos de la casa de Benítez, quien día tras día e impunemente abusaba de ella. En principio psicológicamente “cada vez que me veía me decía piropos, pero bastantes guarangos, y alguna que otra vez tuvo actitudes exhibicionistas. Después la situación y su vocabulario fueron más densos, me acosaba con palabras más burdas. Yo fui a quejarme varias veces a la jefatura policial decimotercera de Posadas pero –en ese momento– no tomaron las medidas necesarias que yo reclamaba, me decían que tenía que tener marcas para que la denuncia sea sustentable”, relata Sara.

Esta pregunta cae de maduro: ¿Cuánta sangre hay que mostrar para ser protegido?

Lo que tanto temía que ocurriera aconteció el pasado 10 de diciembre al regreso del acto de finalización escolar de su hijo menor. “Yo venía feliz y orgullosa ya que a mi hijo le habían entregado la medalla de honor por mejor comportamiento, entonces compramos comida para cenar y festejar juntos”, sin embargo el festejo no pudo ser llevado a cabo ya que el ex comisario la aguardaba entre penumbras en el portal. Cuando Sara abrió las rejas de su casa la arrastró de los pelos hacia la vereda, “quiso obligarme a practicarle sexo oral. Yo me negué y le dije que prefería morir antes de hacer lo que me estaba exigiendo”, sus labios ensangrentados le expelieron, pero Benítez no se detuvo.

Sin ningún tipo de límite le dio duro en su espalda, hasta perforar sus riñones, y entre golpe y golpe le gritaba “hija de puta por qué me denunciaste, qué anduviste diciendo por ahí”. Los gritos de desesperación no detuvieron a Benítez: sacó su cinto y dejó la piel de ella en carne viva, “me pegaba con la hebilla del cinto, recibí tantas trompadas en mi rostro, que me aflojó la mandíbula. Yo a esa altura ya estaba inconsciente, y el dolor casi no lo sentía, no tuve más opción que entregarme, no tenía fuerzas para defenderme. Este animal destruyó mi vida. Las secuelas que dejó en mi cuerpo, no me permiten ahora trabajar”, remata Sara.

Ella sólo logró en ese momento esquivar las sombras de él y los golpes constantes que podrían haberle quitado la vida. “Cuando me apuntó en la sien con su calibre de nueve milímetros y disparó dos veces, sin que saliera la bala, me hizo callar y me dijo: los muertos no hablan”, sostiene Sara.

Esta situación que eriza la piel fue intervenida por un chofer de colectivo y pasajeros que circunstancialmente pasaban. “Al escuchar mis gritos y los de mi hijo ellos se acercaron para ayudarme, y Benítez cuando los vio huyó, se metió por el barrio. Su cobardía lo hizo correr y escapar.”

Alexis gritaba, rogaba por la vida de su madre. Esas imágenes encarceladas que dejó este hecho en su hijo no son sencillas de borrar. “Mi hijo presenció esta espantosa escena, ahora él tiene continuos ataques de llanto. Todas las noches se hace pis en su cama, a mí como madre se me parte el alma.” Sara hace ya 6 años que es padre y madre. “Lo único que espero es que los dos podamos superar esta historia, pero se me hace difícil seguir con este veneno que me llena de angustia.” Un veneno que podría haber sido evitado si la policía misionera hubiera registrado y accionado cuando Sara realizó su primera denuncia, y hubieran tenido en cuenta la ley 26.485.

Perla Prigoshin, asesora legal de la Presidencia del Consejo Nacional de la Mujer, asegura qué “esta nueva ley, que está vigente desde el 11 de abril del 2009, tiene como objetivo prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en ‘todos’ los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales. Remarco ‘todos’ porque está instalado en el imaginario colectivo que sólo es violencia la intrafamiliar. Afortunadamente la ley, que es una de las más avanzadas de Latinoamérica, obliga a los tres Poderes del Estado, tanto del ámbito nacional como del provincial y municipal, a ocuparse de distintos tipos y distintas modalidades de violencia”, sostiene la especialista.

Las mujeres que sufren violencia, por lo general no son escuchadas. Pese a que en este terreno en los últimos diez años las cosas hayan cambiado para mejor, aún falta más información sobre dónde pueden ser asistidas.

“El Consejo se ocupa del diseño y monitoreo de las políticas públicas con perspectiva de género. Con esto señalo que el organismo no debe accionar en forma directa vulnerando competencias locales. Articulamos nuestro trabajo con todas las provincias del país y en ese marco. Respecto de la señora Sara Báez, el CNM intervino desde el momento en que nos enteramos de la situación. Nos pusimos en comunicación con el área pertinente de Misiones y nos informamos permanentemente del estado de la mujer violentada. Sabemos que desde que nos contactamos con las autoridades de la provincia éstas se ocuparon de brindarle a la víctima tanto asistencia psicológica como jurídica”, concluye la Dra. Prigoshin.

Por lo general en la comisaría se les informa: “No deje que se acerque a su domicilio”, “evite que se aproxime a tantos metros’” pero, ¿cómo hace esa mujer para ponerlas en práctica una vez que se quedó sola? Lamentablemente estas respuestas que dan en las diferentes comisarías penden de un hilo muy fino y aún no se resguarda a la mujer en la confidencialidad de la denuncia.

Complicidad, encubrimiento, intervención, son sinónimos que se hacen presentes en esta historia, en donde el culpable aún no tiene castigo, solamente estuvo detenido algunos días y antes de las fiestas lo “soltaron”. Pareciera que el brindis navideño habilitó su libertad y es así como Sara —al día de la fecha— sigue recibiendo constantes amenazas.

¿Acaso ser ex comisario significa estar exento de todo castigo?

Que lo dejaran en libertad a Benítez, sin dudas para Sara fue una patada más en su riñón, un mal chiste, fue llenarla de terror.

Sara, que mantenía su familia trabajando en reflexología, ahora debido a estas intensas lesiones, le es imposible continuar. “En este momento algunos de mis vecinos me ayudan, me dan de comer a mí y a mi hijo. No tengo paz, cada dos por tres aparecen personas en mi casa y me amenazan. Hace semanas atrás se acercaron dos personas encapuchadas en una moto y lo agredieron a mi hijo, y hace poco una patota me gritó que lo que no terminó de hacer Benítez lo iban a terminar de hacer ellos. Yo no puedo más.” Cuando Sara habla su voz tiembla, sin embargo el silencio no la detiene y en vez de callar esta impunidad la comunica, porque es la única manera que encuentra para salir adelante, intentando expulsar esa imagen horrorosa que muchas veces le quita la respiración.

Cabe destacar que Hugo Benítez años atrás ya había sido denunciado por abuso sexual por el personal femenino de su ex área de trabajo.

Este caso, en la actualidad, está a cargo del Juzgado de Instrucción Nº3 de Posadas. Vale recalcar que el caso aún no ha sido resuelto. Al buscar explicación sobre esto la respuesta es la clásica que corresponde al mes de enero “estamos de feria”.

Sara suplica ayuda, suplica cuidado, suplica tranquilidad y ante todo suplica que respeten sus derechos como mujer."

Por Irupé Tentorio



Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5574-2010-03-14.html

lunes, 8 de marzo de 2010

Una mujer desnuda y en lo oscuro









(Para todas ellas les dedico un bello poema de Benedetti. ¡Feliz día!)


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.



Mario Benedetti


Imagen: “Desnudo recostado en el cojín azul”

de Jeanne Hébuterne Modigliani

(Pintora Francesa)


jueves, 4 de marzo de 2010

Guerra a la guerra por la guerra. Vente...












(Pequeño homenaje a las mujeres que participaron en las guerras, desde la Edad Antigua a la Contemporánea.)




Guerra a la guerra por la guerra. Vente.
Vuelve la espalda. El mar. Abre la boca.
Contra una mina una sirena choca
Y un arcángel se hunde, indiferente.

Tiempo de fuego. Adiós. Urgentemente.
Cierra los ojos. Es el monte. Toca.
Saltan las cumbres salpicando roca
Y un arcángel se hunde, indiferente.

¿Dinamita a la luna también? Vamos.
Muerte a la muerte por la muerte: guerra.
En verdad, piensa el toro, el mundo es bello

Encendidos están, amor, los ramos.
Abre la boca. (El mar. El monte.) Cierra
Los ojos y desátate el cabello.


Rafael Alberti

(Poeta y dramaturgo español)




Pintura de José Luis Cano

(Pintor español)